Humedad es la cantidad de agua en un medio, y la guadua, al ser un material higroscópico y poroso es susceptible a variar fácilmente su contenido de humedad; te contamos sus implicaciones
¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA HUMEDAD EN LA GUADUA?
La guadua es un tipo de bambú, es decir, es una planta, y como tal el agua es esencial en su etapa de crecimiento en el guadual, pues como con cualquier planta es el disolvente que permite obtener nutrientes y transportarlos a través de todo el culmo.
Eso sí, es muy importante que la cantidad de agua a la que se ve expuesta una guadua durante su etapa de crecimiento no sea exagerada, pues puede fomentar pudrición y ahogamiento del ejemplar, haciéndolo, evidentemente, no apto para cualquier tipo de uso, y exponiendo al guadual a pudrirse.
Un par de errores que deben evitarse son almacenar la guadua ya seca y lista para instalar en un lugar expuesto a humedad, bien sea por falta de techo, o que permita que la guadua absorba humedad desde el suelo, y el otro es que, durante la etapa en el guadual ocurre durante la cosecha, momento en el cual al cortar culmos no se hace un correcto desjarretado del tocón de guadua remanente, el cual, al ser hueco, puede apozarse y fomentar así la pudrición de la guadua, afectando además a las guaduas precisas al propiciar la creación de hongos y patógenos que pueden esparcirse mediante las raíces que conectan a todo el guadual.
¿CUÁL ES EL CONTENIDO DE HUMEDAD IDEAL PARA UNA CONSTRUCCIÓN EN GUADUA?
Según la NSR-10 (Norma SismoResistente colombiana del 2010), el contenido de humedad debe estar entre 10 y 19%, manteniéndose cercana a la humedad de equilibrio del ambiente, traduciéndose esto en que, debido a su alta higroscopicidad (intercambio de humedad), la humedad en la guadua debe ser prácticamente igual a la del aire que la rodea, pues es el único elemento natural al que debe exponerse; de estar en contacto con agua o tierra (que puede almacenar agua), el contenido de humedad (agua que la guadua absorberá) será mucho mayor al indicado.
La guadua, al ser una planta, se cosecha con un contenido de humedad de aproximadamente el 76%, siendo necesario un proceso de secado que puede durar entre 3 y 12 semanas según la técnica y condiciones del ambiente; esto debido a que la guadua, al ser un material hueco y con fibras longitudinales, si se seca a gran velocidad puede rajarse, doblarse (si se seca más de un lado que del otro) o “chuparse” (como si implosionara).
Parte esencial de este proceso es el llamado avinagrado, que consiste en dejar la guadua recién cortada en el guadual, sobre su tocón, para que literalmente escurra el agua y se fermenten sus azúcares (de ahí el nombre del proceso), haciéndola menos apetitosa para insectos xilófagos y reduciendo además su peso de más de 200kg recién cortada, a unos 50kg una vez seca.
¿QUÉ OCURRE SI SE EXCEDE ESE CONTENIDO DE HUMEDAD EN LA GUADUA?
Un contenido de humedad superior al 20% puede llegar a reducir la resistencia a compresión en más de un 35%, al saturar las fibras de la guadua con agua, haciéndolas más esponjosas y blandas y por ende menos resistentes ante esfuerzos.
Adicional a esto un elevado contenido de humedad hace que la guadua absorba menos inmunizante e impermeabilizante o lo expulse de su interior mediante evaporación, exponiéndola a ataques de hongos, insectos xilófagos y deterioro por rayos UV y vientos.
Sin embargo, esta disminución en su resistencia por la humedad puede ser útil al momento de doblar guaduas para elementos estructurales curvos, debiéndose realizar con guaduas que no hayan pasado aún por su proceso de secado, siendo así posible doblarlas, retenerlas en su forma deseada y continuar el proceso de secado así, para lograr que las fibras sequen con esa curvatura y permitiendo que al liberar la guadua esta no vaya a intentar retomar su forma previa con tanta facilidad.
¿CÓMO SABER SI UNA GUADUA ES AFECTADA POR LA HUMEDAD?
Una de las primeras señales de que una guadua seca está siendo afectada es la presencia abundante de hongos, pues esto denotará que el inmunizante que la protege no es abundante.
Es normal que una guadua expuesta a humedad se torne oscura o incluso negra al recibir abundante agua (por ejemplo alguna lluvia con ventiscas que supere los aleros de protección del edificio); esto no debe ser señal de alarma, pues es algo ocasional y la guadua, gracias a su higroscopicidad, regulará su contenido de humedad nuevamente y volverá a secarse y retomar su color dorado. Sin embargo, si la guadua está expuesta a gran cantidad de humedad por un periodo prolongado llegará el punto en el cual sus propias fibras estén tan saturadas que podrán pasar dos opciones: 1- Al estar cargando peso, comenzarán a fallar, o 2- Se pudrirán sus fibras, implicando ambas opciones una reducción drástica en su capacidad estructural.
Para prevenir esto es importante evitar todo tipo de filtraciones, estar pendientes de cualquier señal de humedad en guaduas, y si se encuentra alguna pieza comprometida, reemplazarla inmediatamente.
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